La iglesia primitiva patriarcal ha ignorado intencionadamente, el rol desempeñado por muchas mujeres a lo largo de la historia del cristianismo, muchas de ellas estigmatizadas o reducidas a una simple mención.

Una de las más vilipendiadas ha sido, sin duda alguna, María Magdalena, rescatada, reconocida y reivindicada en las últimas décadas gracias a las investigaciones y estudios de teólogas y teólogos especializados y comprometidos con la búsqueda de verdades al interior de las sagradas escrituras.  Es así que el 22 de julio de cada año, los movimientos progresistas de fe, celebran la festividad en honor a esta destacada mujer, recuperada, reivindicada y reconocida como la apóstol de los apóstoles debido a su liderazgo cristiano, su madurez espiritual y su inteligencia profética.

A decir de la española Mercedes Navarro, Teóloga, Psicóloga y religiosa Mercedaria de la Caridad, “fue una mujer con poder y autoridad, a cuyo testimonio debemos la fe en la resurrección”, a la que el patriarcado eclesiástico le quitó su esencia y su fuerza de un manotazo por el solo hecho de difundir la propuesta y plantear la práctica igualitaria del movimiento de Jesús.

María Magdalena o María de Magdala fue llamada así porque era originaria de la región de Magdala, “no llevaba el nombre de su padre o de su marido, sino el de su ciudad”, era una mujer independiente lo que le permitió, gracias a su autonomía, formar parte del grupo de apóstoles de Jesús, iniciando una corriente femenina liderada por ella y otras mujeres, a la par de Pedro y los apóstoles varones.  El teólogo español Xabier Pikaza religioso de la Orden de la Merced señala que “este doble punto de partida constituye un dato irrenunciable de la iglesia, aunque se haya silenciado hasta hoy, dejando en penumbra la situación de las mujeres y cerrando para ellas el acceso a la palabra y a los ministerios…sin María Magdalena y su corriente no habríamos podido mantener el recuerdo de Jesús ni seríamos cristianos”.

Lastimosamente, a partir del siglo III, se consolida el liderazgo de Pedro y Pablo y por ende la “línea doctrinal que relega a las mujeres a funciones secundarias: la Magdalena deja de ser la mujer que pudo reinar la iglesia”.

Como no podía ser de otra manera, como Colectivo “Género y Teología para el Desarrollo” nos hemos unido a la celebración en honor a María Magdalena, junto a las integrantes de la articulación Mujeres de Fe para el Cambio-MUFECA y la Comunidad Bolivia Libre de Violencia, de La Paz y El Alto.